Textura

Queridos cibernautas: hoy, la palta anda maoma. Revisando esto, encontramos la respuesta a la gran incógita de hoy. Por qué una Hass acuosa, texturada in extremis e hilachienta gobernó hoy la tierna tostada. El veinte por ciento que, dicen los expertos, reina en esta variedad, esta mañana no fue advertida por nuestros expertos. La época de cosecha en nuestro país se da alrededor del año, pero entre los meses de marzo y setiembre, éstas se dan ocasionalmente y en zonas específicas, de manera que difícilmente podríamos esperar especímenes de mayor calidad. No nos culpen a nosotros. Las especificaciones para encontrar un galardón de la naturaleza fueron requeridas en el mercado retail: piel negra y esponjosidad al tacto. Esperemos pues la llegada del equinoccio para volver a tener garantizadas las estrellas del guacamole. Por el momento, las paltas serán como una caja de chocolates (o como la vida): nunca sabrás qué te va a tocar.

Disminución del precio

La disminución que en el mercado nacional ha experimentado el precio de la palta, ha dado pie a que el Desorden realice una extensa investigación respecto de las razones de la reducción en un treinta por ciento en el costo del kilo de Hass. A fines de mayo, el kilo de la variedad se cotizaba en el mercado retail chileno a cuatro dólares con cincuenta centavos, mientras que a la fecha ha disminuído a tres dólares y fracción.
Aquí las conclusiones.
Este hecho no es aislado y responde a la elevada oferta de esta variedad en el mercado norteamericano. Como ustedes bien saben, el peak de la producción californiana se produce en el mes de junio, lo que coincide con los nulos envíos que en esta fecha se producen al mercado de norteamérica. La sobreoferta local unida a los altos precios de la producción chilena, hacen que la Hass nacional no sea competitiva entre los meses de junio y setiembre en el mercado extranjero, produciéndose un superávit de palta y una consecuente baja del precio.